Autopista al litoral es zona roja
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El Universal.- Ángela Monserrat confiesa que desde la semana pasada sus nervios se alteran cuando se ve en la necesidad de abordar una unidad de transporte público para ir de Macuto a Caracas. Ahora ve cada rostro de los anónimos compañeros de viaje y se sobresalta si hay cola en las avenidas Sucre o Souble-tte. Este comportamiento es consecuencia del asalto del que fue objeto en una unidad de la ruta Malavé-Villalba.
"El BlackBerry lo compré el miércoles y el viernes me asaltaron. Además del teléfono me quitaron el reloj y BsF 600 que eran para pagar la universidad. Eran tres muchachos. Se sentaron estratégicamente en el bus. Cuando llegamos a Vargas, en Punta de Mulatos sacaron sus armas. Golpearon duramente a los que tenían menos dinero y a las mujeres amenazaban con violarlas", comenta la alumna de 4to semestre de Comunicación Social en la USM, quien labora en una empresa varguense para costearse los estudios.
Hoy se pregunta si será capaz de vencer sus miedos y retomar en enero las clases. "No habían pasado ocho días de eso y leo que mataron a un guardia nacional en Catia La Mar dentro de la buseta por no tener dinero. Ese también pudo ser mi destino. La inseguridad es terrible", agrega la joven, quien se refiere al caso del sargento Carlos Luis Gallegos (26), ultimado el 16 de diciembre en la unidad de transporte que se dirigía a Caracas y que fue asaltada en el barrio Aeropuerto, en el oeste varguense.
Pero no solo los litoralenses que se trasladan en el transporte público son víctimas de la inseguridad que se ha apoderado de vías expresas e interurbanas.
El comerciante Carlos Pacheco, residenciado en Caraballeda, optó por contratar los servicios de un "conductor armado". Dueño de una importadora, en dos ocasiones ha sido objetivo del hampa, sin éxito. "La primera vez, en el distribuidor El Trébol, me lanzaron un objeto al parabrisas de la camioneta. El vidrio estalló y como pude logré llegar a 10 de Marzo, donde me auxiliaron personas que estaban en la parada. En otra ocasión me interceptaron dos vehículos. Conté con la suerte de que hubiese dos guardias en moto y les hice cambios de luces y respondieron a mi llamado. Pero sé que esa suerte no será permanente y no puedo darme el lujo de dejar de usar la vía, porque o me mudo o cambio de empleo".
Los que no pueden contratar servicios de protección se las ingenian, como Nelson Delgado. Ha optado por modificar su vida y adecuarse al horario de su hija mayor, estudiante de la UCV. Sale de casa a las 4:30 para evitar la cola, regresa al litoral y pasadas las 2 vuelve a buscarla. Ha tenido que contratar personal que lo ayude en el negocio.
Incremento al doble "El tema de la inseguridad en la autopista Caracas-La Guaira no es tema nuevo. Este año ya van cuatro protestas por inseguridad debido a la cantidad de asaltos y en junio por el asesinato de un compañero. En esa época dijimos que ocurrían 10 asaltos diarios en esa vía. El Plan Caracas Segura nos acompañó por una semana, después quedamos igual de desasistidos. Hoy los representantes de las seis líneas que operan en la autopista Caracas-La Guaira aseguran que en un día se pueden dar hasta 20 asaltos y cada vez son más frecuentes los heridos y los fallecidos", señaló Eloy Tellerías, secretario ejecutivo de la Central Única de Autos Libres y por Puesto y directivo del Bloque de Vargas.
Los profesionales del volante indican que se debe hacer un trabajo conjunto de seguridad e inteligencia, que incluya la autopista, la principal arteria vial de Vargas y la avenida Sucre.
También los choferes de vehículos de carga pesada manejan cifras rojas. Según registros de la asociación que los reúne, entre 3 y 5 gandolas son robadas cada semana en camino o regreso al puerto guaireño.
"El BlackBerry lo compré el miércoles y el viernes me asaltaron. Además del teléfono me quitaron el reloj y BsF 600 que eran para pagar la universidad. Eran tres muchachos. Se sentaron estratégicamente en el bus. Cuando llegamos a Vargas, en Punta de Mulatos sacaron sus armas. Golpearon duramente a los que tenían menos dinero y a las mujeres amenazaban con violarlas", comenta la alumna de 4to semestre de Comunicación Social en la USM, quien labora en una empresa varguense para costearse los estudios.
Hoy se pregunta si será capaz de vencer sus miedos y retomar en enero las clases. "No habían pasado ocho días de eso y leo que mataron a un guardia nacional en Catia La Mar dentro de la buseta por no tener dinero. Ese también pudo ser mi destino. La inseguridad es terrible", agrega la joven, quien se refiere al caso del sargento Carlos Luis Gallegos (26), ultimado el 16 de diciembre en la unidad de transporte que se dirigía a Caracas y que fue asaltada en el barrio Aeropuerto, en el oeste varguense.
Pero no solo los litoralenses que se trasladan en el transporte público son víctimas de la inseguridad que se ha apoderado de vías expresas e interurbanas.
El comerciante Carlos Pacheco, residenciado en Caraballeda, optó por contratar los servicios de un "conductor armado". Dueño de una importadora, en dos ocasiones ha sido objetivo del hampa, sin éxito. "La primera vez, en el distribuidor El Trébol, me lanzaron un objeto al parabrisas de la camioneta. El vidrio estalló y como pude logré llegar a 10 de Marzo, donde me auxiliaron personas que estaban en la parada. En otra ocasión me interceptaron dos vehículos. Conté con la suerte de que hubiese dos guardias en moto y les hice cambios de luces y respondieron a mi llamado. Pero sé que esa suerte no será permanente y no puedo darme el lujo de dejar de usar la vía, porque o me mudo o cambio de empleo".
Los que no pueden contratar servicios de protección se las ingenian, como Nelson Delgado. Ha optado por modificar su vida y adecuarse al horario de su hija mayor, estudiante de la UCV. Sale de casa a las 4:30 para evitar la cola, regresa al litoral y pasadas las 2 vuelve a buscarla. Ha tenido que contratar personal que lo ayude en el negocio.
Incremento al doble "El tema de la inseguridad en la autopista Caracas-La Guaira no es tema nuevo. Este año ya van cuatro protestas por inseguridad debido a la cantidad de asaltos y en junio por el asesinato de un compañero. En esa época dijimos que ocurrían 10 asaltos diarios en esa vía. El Plan Caracas Segura nos acompañó por una semana, después quedamos igual de desasistidos. Hoy los representantes de las seis líneas que operan en la autopista Caracas-La Guaira aseguran que en un día se pueden dar hasta 20 asaltos y cada vez son más frecuentes los heridos y los fallecidos", señaló Eloy Tellerías, secretario ejecutivo de la Central Única de Autos Libres y por Puesto y directivo del Bloque de Vargas.
Los profesionales del volante indican que se debe hacer un trabajo conjunto de seguridad e inteligencia, que incluya la autopista, la principal arteria vial de Vargas y la avenida Sucre.
También los choferes de vehículos de carga pesada manejan cifras rojas. Según registros de la asociación que los reúne, entre 3 y 5 gandolas son robadas cada semana en camino o regreso al puerto guaireño.
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